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martes, 28 de octubre de 2014
Se halla barco romano cerca las Islas Eolias
23:25 | Editar entrada
Buceadores iluminado ánforas Greco-Italicas que formaban parte del cargamento del barco que se undió durante la II Guerra Púnica entre el 218 aC y el 201 aC. Foto: Global Underwater Explorers |
El naufragio se halla a unos 125m en las profundas aguas del
Mediterráneo, en las islas Eolias próximas a Italia. Los buzos nos
revelan con sus focos el esqueleto de un barco que se hundió hace miles
de años, cuando Roma era una potencia mundial. Un ancla concrecionada
descansaba sobre una roca junto a los restos de un cargamento de ánforas
que se hallan esparcidas por el lecho marino.
Los buceadores técnicos altamente capacitados con sede en la Florida (Global Underwater Explorers - GUE para abreviar), fueron llamados para que ayudaran a los investigadores italianos a desvelar este antiguo naufragio que se cree que data de la II Guerra Púnica (enfrentamiento entre Roma y Cartago). Capaces de descender a mucha más profundidad que un buceador convencional, nadaron en la zona sobre los objetos del pecio: grandes ánforas utilizadas para transportar el vino, el aceite de oliva y otro tipo de carga en las rutas comerciales del Mediterráneo hace siglos – sintiéndose como si hubieran sido transportados a otro época.
Los buceadores técnicos altamente capacitados con sede en la Florida (Global Underwater Explorers - GUE para abreviar), fueron llamados para que ayudaran a los investigadores italianos a desvelar este antiguo naufragio que se cree que data de la II Guerra Púnica (enfrentamiento entre Roma y Cartago). Capaces de descender a mucha más profundidad que un buceador convencional, nadaron en la zona sobre los objetos del pecio: grandes ánforas utilizadas para transportar el vino, el aceite de oliva y otro tipo de carga en las rutas comerciales del Mediterráneo hace siglos – sintiéndose como si hubieran sido transportados a otro época.
Muchos de estos buzos perfeccionaron sus habilidades de buceo en aguas profundas en cuevas laberínticas bajo el agua en Florida. Ahora GUE ofrece estos buzos técnicos necesarios para acceder al cargamento y otros artefactos del pecio.
Nombrado como Panarea III, el barco fue descubierto fuera de la isla eólica de Panarea en 2010 por investigadores estadounidense que estaban utilizando el sonar y un ROV en aguas a unos 65 kilómetros al norte de Sicilia.
Los arqueólogos dijeron que el barco es una embarcación de madera de unos 15m de largo que pudo chocar contra las rocas debido a la mala mar partiéndose así antes de hundirse - fue posiblemente un buque de carga de un rico comerciante o uno usado para abastecer al ejército romano.
"Este naufragio es una ocasión muy importante para entender más acerca de la vida cotidiana en un barco antiguo, así como la dinámica real del comercio en la antigüedad", dijo Sebastiano Tusa, un arqueólogo italiano que está estudiando el lugar. "Por supuesto, hay otros naufragios similares que pueden ofrecer resultados similares. Sin embargo, este tiene la particularidad de estar en un muy buen estado de conservación."
La nave estaba a tanta profundidad que a estado a salvo durante siglos de los saqueadores y de las redes de pesca.
Como Jablonski, otros siete buzos de GUE exploraron los restos del naufragio en septiembre gracias a un pequeño submarino. Los buzos antes de la extracción de los artefactos los enseñaban a los investigadores a través de la ventana, los cuales con la indicación del pulgar hacia arriba recibían la aprobación para enviarlos a superficie.
En tales profundidades, el buceo es un trabajo difícil. El nitrógeno se convierte cada vez más tóxico para los seres humanos por debajo de los 30m. Los buzos por debajo de 60m experimentan sentimientos similares a la ebriedad, por lo que trabajar con herramientas u objetos frágiles se hace de forma torpe. Pero los buzos GUE utilizan mezclas especialmente preparadas de gases, que eliminan el problema del buceo a tanta profundidad. Pero los gases deben sopesarse con cuidado o podrían morir o caer enfermos.
Los buzos deben descender lentamente. Sólo pueden trabajar durante unos 30 minutos antes de hacer una subida de 4 a 5 horas para protegerse contra la descompresión que se puede producir si suben con demasiada rapidez. "La tecnología no ha sustituido la mano humana, con sus cinco dedos articulados, para descubrir y limpiar los artefactos," dijo Jablonski, explicando por qué se hacen estas inmersiones de riesgo para los investigadores.
Los arqueólogos dijeron que las recompensas son grandes a pesar de los riesgos para los buceadores.
"El hecho de que hagan inmersiones en aguas profundas, es lo que está empujando los límites de la tecnología de una manera increíble", dijo Felipe Castro, profesor de arqueología náutica en Texas A&M University (que no participa en el proyecto).
"Los buzos encontraron muchas piezas importantes que se necesitan para contar la historia de la nave", dijo Alba Mazza, arqueólogo italiano colaborador con la Universidad de Sydney en Australia. Destacan el ancla de la nave y un altar de sacrificios con inscripciones griegas que proporcionan pistas sobre el origen de la nave. El tamaño y la forma del ánfora permitirá ayudarles a entender lo que el barco transportaba.
Los expertos creen que podría haber sido de alrededor de la región italiana de Nápoles, que Mazza describió como "muy rica, con una gran cantidad de buen vino".
Otra posibilidad a la que apuntan Mazza y Tusa, y que están investigando, es si la nave era un buque de suministro de la flota de Claudio Marcelo, cónsul romano que conquistó la ciudad siciliana de Siracusa en el 212 aC .
Los buzos GUE fueron pagados a través de las contribuciones empresariales a "Project Baseline", un esfuerzo en el que los buzos y científicos de todo el mundo presentan los datos de los sitios subacuáticos donde los futuros investigadores pueden utilizar para comparar y realizar un seguimiento de los cambios. Además de trabajar en el pecio, los buzos del Project Baseline de todo el mundo están inspeccionando los arrecifes y cuevas, entre ellas una cueva en alta mar fuera de Francia.
En el caso del naufragio Panarea III, los datos recogidos en el sitio pueden ser utilizados por el gobierno italiano u otros en el futuro.
Se necesita investigar mucho más antes de que el equipo pueda estar seguro acerca de muchas de sus primeras intuiciones sobre el Panarea III, pero con la ayuda de GUE el grupo planea regresar el próximo año para más trabajos subacuáticos.
Jablonski apenas puede esperar. "Llegar al lugar de la inmersión fue una experiencia mística y muy parecida a llegar a través de una ventana en el tiempo," dijo.
Vía: Miami Herald.
Etiquetas:barco romano,Claudio Marcelo,Eolias,Islas Eólicas,Jablonski,Panarea III,Segunda guerra púnica
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